La ensoñación es la visualización de un deseo.
Un deseo viene siempre a cubrir una realidad vacante en
nuestra vida.
Cada uno de nuestros deseos hacia nuestra realidad de vida constituye
aquello que aún no se representa materialmente en ella, pero nos pertenece, nos
completa.
Todo lo que existe en nuestra vida, entonces, está
conformado por el mundo material más el mundo de la imaginación.
Parte de nuestra realidad está representada en la tercera
dimensión, pero otra parte está todavía en proyecto de materializarse.
Cada uno de nosotros es un Total, por lo tanto, si en
nuestra vida sentimos carencia de algo que podemos imaginar, lo que realmente
estamos haciendo es tomar contacto con esa parte de nosotros que nos Completa.
No todo lo que somos es perceptible con nuestros 5 sentidos,
pero tenemos conciencia de ello. Es por esto que la imaginación trabaja: en
primer lugar tomando contacto con ello en forma de ensoñación, y en segundo
lugar atrayéndolo con la fuerza del deseo.
Somos una “complitud”. Si no logramos vernos completos,
sucede, simplemente, que hay una parte de lo que somos pendiente de ser
precipitada hacia la vida material.
No ocupes con sucedáneos el lugar de lo que pertenece a tu
deseo. Persiste en su visualización y pronto será una realidad genuina en tu
vida.
Graciela
Bárbulo
07/01/13
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