Lo que vives como “yo”, y lo que consideras tu “vida”, es
una proyección fantástica en la Realidad.
Esta proyección “yo-vida” está realizada con elementos de la
Realidad alterados, concentrados en un “espacio-tiempo” al que no pertenecen, y
sujetos por tu consciencia y la de todos aquellos que en ese mismo “espacio-tiempo”
han concentrado también energías.
Entonces, tu irrealidad de lo que eres, aquello a lo que
llamas realidad, está creado por la conciencia que lo define, y mantenido por
todos aquellos que, definiendo también realidades que confluyen con la tuya,
conviven con ello.
Si soltaras tus creaciones, es decir, si liberaras estas
energías concentradas, liberarías de tu conciencia sólo aquello que percibes
tú, pero quedaría atrapado todo lo que está vinculado con aquellos que, en su
conciencia, aún dan por real la imagen y circunstancias de ti que tienen
incorporadas a su concepto de “yo-vida”.
Ayudar a despertar a todos aquellos disponibles es, por lo
tanto, ayudar a liberar tu “yo-circunstancias”, así como a un porcentaje del
total de la Realidad comprimida.
Es por ello que debe no sólo importarte, sino que además
tendrías que considerar necesario, para tu liberación, poner en conocimiento de
todo aquel ser vinculado con cualquier circunstancia de la vida, tu
“despertar”. No te importe la imagen que des, recuerda que ésta no puede
trascender el lugar de los juicios si tú no la incorporas a ti como algo
válido.
Si en algún momento se pudieran mofar de ti, o juzgar tu “despertar”,
esta misma información, que queda ya anclada a todo ser que la haya recibido,
seguirá estando disponible cuando se produzca su propio proceso de despertar.
Es una información fuera del tiempo, puesto que se refiere explícitamente a
ello: “el espacio y el tiempo no existen
más allá de nuestras conciencias de éstos”. Por lo tanto, habrá quedado
formando parte de la consciencia de la persona, una consciencia que se unirá,
animándolo y apoyándolo, a su propia visión de su iluminación, cuando llegue el
momento.
Entretanto, no te preocupes, no sufras, sal de la dinámica del
dolor.
¿Cómo?
No hagas daño a nadie. Simplemente respeta la sensibilidad y
el momento de cada cual, y entretanto, con los mismos procesos que usaste para
crear la “realidad” en la que ahora estás sumergida, suelta lo que vibra en el
estancamiento, y llévalo a un modo de vibración mayor, creando un proceso de
vida de amor, equilibrio y paz.
No es de golpe como se sale del sueño “yo-vida”. No puedes
soltar de una vez. Ni siquiera aún has concebido todo, ni mucho menos. Así que
en el proceso que te resta para liberarte, encuentra ese mundo que te haga cada
día más feliz y luminosa y, ante todo, que no te niegue quien ya sabes qué Eres.
Comprender que todo esto que vives y te duele es energía
atrapada, te ofrece también la evidencia de que la puedes aflojar. Tal vez aún
no puedes soltarla, pero sí dejar de sujetarla tan fuerte, en niveles de
vibración lentos (oscuros), que te paralizan a veces la vida, y te ocasionan
sufrimiento. Así que permite que, mientras vaya cediendo tu conciencia de que
eres limitado, se vaya diluyendo la energía estancada. Reconoce cuál es y dale
nueva forma para tu felicidad.
¿Sabes? En muchos casos os han educado con la idea
contraria, pero la felicidad no sólo es buena, sino que indica el camino de
salida de lo oprimido y oscuro.
Cada vez que no seas feliz, suelta eso que te hace infeliz,
y permite que la vibración se acelere y la energía se disuelva.
Ten consciencia de nuevo de que esa energía es la que crea
tu vida actual y, puesto que el despertar absoluto aún no se ha producido,
recalifícala en su nueva vibración, más rápida, creando realidades más
sutiles, más luminosas.
Esto será un proceso
encadenado. Será un bello ejercicio a realizar varias veces. Consiste en salir
de la oscuridad: ir saliendo cada vez más feliz y más libre, y comprobando cómo
tu vida se llena, progresivamente, de amor y corrección.
Verás milagros
aparecer ante ti.
No te preocupes si te “equivocas”. Mantente conectada a la
idea de que Eres algo que fluye más allá de lo que has validad como “yo”, y de
la realidad que has validado como “mi vida”.
Según te eleves, todo se ensancha. Al elevarte, formas un
triángulo cada vez mayor. Al elevarse tu conciencia de “yo”, tu “vida” se va
ensanchando.
No te fuerces a sentir nada. Sólo estate atenta, cuando
estés en tu “yo-vida” autocreado, realiza lo que te haga feliz y sea
constructivo. No hagas nada con inconsciencia de Quien realmente Eres:
Irás creando una vida cada vez más satisfactoria, y a medida
que diferentes capas se vayan diluyendo, irán surgiendo otras, aprisionadas
durante años, incluso vidas, para ser liberadas.
No te sorprendas, entonces, si de repente ves que aparece,
como de la nada, algo denso, o con apariencia de problema. En su lugar, di: “al
fin, estaba ahí, oculto, y ya está disponible para ser disuelto”. Mira eso que surge,
analízalo, interprétalo, ponlo a la luz de Quien Eres y de lo que realmente eso
Es, y permítele volver a su natural vibración.
No pierdas de vista Qué-Eres. Yo soy la parte de ti que no
bajó al nivel de vibración de la inconsciencia, al sueño, y por lo tanto puedo
percibir todo esto. Ahora tomas contacto conmigo y, por tanto, con lo que Soy (con
lo que Eres). Yo Soy Luz, Amor, Conocimiento y Poder. Y eso Eres tú si no te lo
niegas. No pierdas contacto con esa parte de ti que Soy Yo. No olvides que,
pese a que también actúas en un sueño, eres Yo, y el camino que recorras te
ofrece de vuelta a mí, para que nos fusionemos y seamos de nuevo Uno.
Yo Amo esa parte de ti que Eres fuera de la fantasía creada,
en esencia, así que siempre estoy contigo, vivas lo que vivas. Y tan sólo con
que cierres los ojos a la fantasía, estarás conmigo. Yo te Amo y tú me Amas.
Somos Uno. Te espero. Busca mi Luz. Estaré brillando y, cuando lo percibas,
sabe que esa es tu Luz.
Graciela Bárbulo
12/01/13
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