miércoles, 12 de agosto de 2015

Vaciar la mente para Ver

La mente es como una casa de cristal amueblada.

Cuantos más muebles tengamos, más polvo se acumula y más difícil resulta ver el exterior. 

Nuestros muebles pueden ser agradables para nosotros mismos (con lo cual, acogedores para todo aquel que nos visite), o pueden ser hostiles e incómodos para todos.

A medida que vamos quitando los muebles, se va limpiando también el espacio. 

Los muebles son nuestras emociones, el polvo es la otra cara de la dualidad que éstas implican. 

El objetivo es que llegue un momento en el que podamos ver, a través de los cristales, el exterior. 

El exterior es La Realidad.




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