domingo, 11 de noviembre de 2012

Nuestra realidad es cada vez más porosa.


Nuestra realidad se va diluyendo poco a poco. Si miras un objeto sin dar por hecho que sabes qué es y para qué sirve, éste se convierte en puntos vibrantes de diferentes colores. Si miras el aire, verás que está habitado igualmente por vibraciones de diferentes características.

Nuestra realidad es una proyección fantástica creada dentro de la Realidad. La realidad que percibimos está configurada de materia densa proveniente de pensamientos del ego. En el momento en el que sueltas este ego y las ambiciones personales, automáticamente percibes que la realidad se va “transparentando”. Entonces, todo lo que era, sigue siendo, pero adopta otro significado y tiende a diluirse, puesto que ya no hay una mente que lo retenga.

La mayoría de las cosas que pueblan nuestro mundo, tanto en el ámbito material como emocional y psicológico, no son nuestras. Les hemos permitido existir en nuestro mundo, pero no las hemos creado ni las hemos alimentado. Estas serán las primeras a través de las cuales se pueda trascender, las primeras que se nos aparezcan como cada vez más porosas y nos sea, no sólo posible, sino natural, trascenderlas.

En el momento en que aceptamos esta realidad, poco a poco, cada vez más de lo que somos va poblando el otro lado de la fantasía, y entonces empiezan a caer todas aquellas cuestiones que sí habíamos estado manteniendo como válidas, e incluso creado en nuestro mundo.

Llegado a este punto sentirás que vives en dos mundos, el material, el de fantasía, en el que aún tienes depositado un trabajo a medio realizar, y el que pertenece a la Realidad. Sentirás cómo vas dejando de identificarte con el mundo humano, y añorarás estar en la Realidad constantemente, y más cuanto más vivas en ella. Sin embargo, es ahora cuanto tu trabajo en el mundo imaginado es más importante.

Ahora toca participar de la comprensión de todos aquellos que están percibiendo la luz tras los poros de la realidad pero no saben qué significa. Ayudarles a comprender es animarles a que crucen una puerta que desean cruzar, entonces cada uno de ellos habrá tomado el testigo, y el crecimiento de “despertares” será exponencial.

Nuestra glándula pineal nos está ofreciendo constantemente la Realidad. Saber qué información nos transmite es tan fácil como centrar la atención en ella.

No pertenecemos a este lugar, simplemente hemos venido a jugar con nuestras emociones. Es posible que ya no sintamos afinidad con él y queramos salir. Cada vez más querrán hacerlo.

Pues bien, la salida está en la misma fantasía, no hay una puerta, no hay un lugar, sólo hay un modo de percibir. Fija bien tu atención, desinvolúcrate de lo que ves, y todo ello dejará de ser lo que siempre pensaste que era. Todo será permeable. Todo ha sido creado y/o consentido por nosotros. Era un juego.

 Ha sonado el timbre, los que quieran volver a casa pueden ir saliendo.





Graciela Bárbulo
10/10/12


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