La culpa,
el engranaje entre el deseo (derecho inherente), y la incapacidad de concedérselo,
la capa invisible de la excusa letal,
la caja fuerte de su naturaleza.
Pero ahí está la llave:
Descubre el primer engaño, explota la caja fuerte y destruye el asesino pretexto mentiroso.
El engranaje, entonces, liberado de bloqueos, modificará su función para permitir a la naturaleza particular avanzar hacia la realización de su auténtica naturaleza,
para Ser.
Graciela Bárbulo
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