El alma necesita un vehículo con el objetivo de realizarse, y para ello crea un personaje que se expresa a través de un decorado.
En la convivencia con otras almas, se origina un escenario y una obra de teatro, en el que éstas entran en conflicto, generando así un ego.
Ambos, personaje y decorado, pertenecen a la dimensión de lo auto-creado, dependiente del tiempo y el espacio.
Entretanto, el espíritu, simplemente, Es todo en todo momento.
El alma tiende a completar sus objetivos. El espíritu, por definición, está completo.
Es tu decisión, en cada instante, vivir dentro de la obra, a través del personaje, o en el Ser.
Simplemente, cuando quieras, presta atención a estas dos opciones, y elige.
Graciela Bárbulo
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