Existe una pantalla de proyección que da forma a todas nuestras emociones. Se llama vida.
De tal forma, si miramos, una a una, circunstancias de nuestra vida que nos resultan conflictivas, podemos sustraernos de ellas alejándonos de nuestros sentidos, y observar. En esta observación es posible desgajar las cualidades emocionales que la construyen.
La toma de consciencia de esta realidad nos aleja de ello, y como consecuencia las circunstancias negativas se corrigen, y la vida cambia.
Graciela Bárbulo
Graciela Bárbulo
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