sábado, 4 de febrero de 2012

Frecuencias de Amor y ego

Conversación entre el Ser superior y el humano que soy:

- Ser : Vibrar en la frecuencia del amor. Como el Universo mismo.

“Atraer para construir. Si lo otro, junto a ti, no construye, la frecuencia no es de amor; si vibras en amor, no atraes eso otro.

“Si no vibras en frecuencia de amor, adhieres lo desarmónico. Entonces, generas desarmonía -> falta de amor -> infelicidad, problemas, dolor, sufrimiento…

- Yo: ¿Qué hacer cuando ya lo has atraído?

- S: Vibra en amor y lo otro saldrá despedido: sólo podrá quedarse, mantenerse, si armoniza su vibración en amor.

- Y: ¿Y si lo otro lo quiero?

- S: Si no es armónico contigo, pero está adherido, no es armónico consigo mismo. Si quieres algo inarmónico, es tu ego el que actúa, es el desorden. Si te alineas con tu espíritu, no lo querrás.

- Y: ¿Y si “lo otro” es una persona?

- S: O cambia por resonancia contigo o sale despedido.

- Y: Eso duele…

- S: Al ego, sí.

- Y: No quiero ver sufrir a alguien sólo porque es desarmónico.

- S: Entonces le anclas, le mantienes en baja frecuencia. Sufrir, en este caso, es la puerta a la consciencia, y ésta, el camino a la liberación.

- Y: Pero yo amo a gente inarmónica.

- S: No tienes que amar su desarmonía, sólo a las personas en su esencia.

- Y: ¿Y cómo hago con esa desarmonía?

- S: Óbviala. Dirígete siempre a la esencia, independientemente de lo que exprese su ego.

- Y: Es difícil…

- S: Porque actúas con tu ego. Si lo hicieras desde tu esencia, sería inevitable; su desarmonía ni la verías, sería una cortina de humo.

- Entonces, ¿el ego no es bueno para nada?

- S: Como canal de expresión del espíritu en la densidad, es sólo un canal. El espíritu no se puede proyectar con forma, en la tierra, sin el ego. Por sí mismo sólo es luz. El ego moldea la forma de expresión.

- Y: Entonces, cuando el ego toma el mando, ¿qué ocurre?

- S: Se identifica con el exterior, en lugar de hacerlo con su interior, entonces reacciona, en lugar de responder. Cuando el ego reacciona, asume el mando. Cuando responde, es el espíritu quien se expresa en la tierra.

- Y: Me cuesta cambiarlo…

- S: Es hábito. Habitúate a conectar con el espíritu y fluirá, el ego se adecuará, porque ésta es su razón de ser.

“Mira siempre todo lo exterior desde tu espíritu, entonces actuarás desde ahí, y todo lo exterior resonará contigo. Ayudarás a los demás a liberarse, y te liberarás.

“Cuando el entorno te resulte agresivo y no sepas qué respuesta dar, no des ninguna, pero deja el canal del espíritu abierto, entonces él la dará a través de lo que los demás reconocen como “tú”, o sea, habrás dado la respuesta adecuada.

“Yo siempre estoy en ti, la realidad que eres es subjetiva. Todo tiene niveles de existencia. Déjate ser, alinéate conmigo y sentirás que todo fluye. Relájate, no hay más labor que hacer que “permitir ser”. Únicamente te sientes sola cuando te identificas con tu ego, y eso es una irrealidad: nunca estás sola. Eres muchísimo más grande de lo que vives. Eres Yo. Sólo permítete comprobarlo y, si vibras en la frecuencia del amor, esa será la frecuencia en la que vibre tu mundo.

“Eres Amor. Eres Luz. Todo ello en diferentes niveles. En ambos casos hay una fracción condensada, y es esa la que no se fusiona con el resto. Esto que no se fusiona, si no se reconoce su
origen, tiende a identificarse consigo mismo -> soledad -> ego -> lucha (no fusión). A niveles más altos, no hay soledad, puesto que “lo otro” es también de una naturaleza sutil, de forma que, al acercarse, produce fusión, no impacto.

- Y: ¿Qué hace al ego surgir?

- S: Cuando coge autonomía, y sólo ve lo sólido, el impacto con los otros sólidos le produce sensaciones, y ellas se traducen en sentimientos. En el momento en que existe un sentimiento, surge el deseo de saldarlo; así, si es contrario al amor, es miedo, y esto produce necesidad de
protección, entonces el ego lo traduce en: ira, recelo, temor…

“Piensa en ello, y aplícalo a ti, a los casos de tu vida, de tus momentos. El hecho de reconocerlo en la propia experiencia, libera. Y en el proceso recuerda siempre que Yo Soy el punto de
partida al que lo que existe puede volver y restablecerse. Yo soy tú. Puedes vivir desde Mí. Tú eliges el nivel. Pero el final es la meta. Y siempre llegarán todos los egos a la meta.

“Luz, Amor. Fluye.

“Yo me amo a mí mismo en cada partícula: “desde” y “hasta”. Yo te amo. Estas aquí, conmigo.



Graciela Bárbulo
http://www.gracielabarbulo.com/
(Recibido: 19/01/12)

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